miércoles, 4 de marzo de 2009

Mrs Hang

A las 08:30, sonriente y puntual como la lluvia que no deja de caer desde que llegamos, viene a recogerme Mr Phuong. El trayecto en coche es como el del tren de la escoba del parque de atracciones, cuando menos te lo esperas te sorprenden motos, bicis, perros, embarazadas, camiones o incluso un trén a los que esquiva con maestría el chofer que nos acompaña. Mr Phuong me invita a dar una vuelta por Hai Phong en su moto cuando deje de llover... y me anuncia que voy a conocer al Director de su empresa, que ayer estaba de viaje. La intérprete y yo esperamos en su despacho a que aparezca mientras nos ofrecen el enésimo vaso de té. El Director es Mrs Hang, una mujer encantadora de las pocas, si no la única que dirige varios negocios en Hai Phong. Con una voz dulce que hace que la entiendas aunque hable en vietnamita, nos habla sobre su familia, su ciudad y me dice que lo más importante es que conozca Hai Phong y a su gente porque así podré ayudarles mejor. Después de hablarle un rato sobre mi me pide que le acompañe a visitar a un partner que resulta ser un importador de motos, su intención es comprar unas motos para el staff de su empresa y negociar con él el patrocinio de un show de televisión que están organizando, la intérprete me relata los pormenores de la negociación que resulta ser de lo más entretenida. Me pide mi opinión para elegir el modelo y en esta foto la podéis ver a ella con el modelo que elegimos:

Por la tarde me entrevisto con los empleados de la empresa para entender mejor como trabajan y cuales son sus necesidades, después de hablar con ellos voy aclarando un un poco las cosas.

Al terminar la tarde, recogiendo para irme al hotel, Mrs Hang me propone que les acompañe a un templo donde dos veces al mes acuden a hacer sus oraciones, me fijo que lleva en la mano una bolsa con fruta y unos fajos de dinero falso. No me atrevo a preguntar para que lo lleva pero me imagino que que tiene relación con algo que nos dijo Mark de la mafia en Hai Phong, nada más lejos de la realidad, era para quemarlo ya que al hacerlo los difuntos pueden disfrutar de él en el más allá. El templo es muy bonito, está construido al borde del mar y excavado entre las rocas. Después de observar sus ritos y oraciones, salgo de allí con la sensación de conocerles un poco mejor.

El camino de vuelta lo hacemos por la costa, para que pueda ver la zona más bonita y conocida de Hai Phong, donde pasan las vacaciones algunos vientnamitas. Ya es casi de noche como podéis ver en las fotos.















Otro día os hablaré sobre la comida vietnamita, no podíamos acabar el día sin cenar y esta noche nos invitaba el presidente de la cámara de comercio.

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